Siempre me postulo para bien o para mal por aquello que creo, no espero que mi entorno lo entienda, pero el fariseismo no está en mi diccionario, hay quién quiere creer en aquello que le interesa, otros sólo nos apoyamos en la verdad, en la esencia del liberalismo pragmático.
Me declaró como tal para todo aquel que lea mis postulados en el contenido de mi biografía, no engaño a nadie, no soy de derechas y menos de izquierda, menos aún en el concepto que se tiene como republicano en este país.
Es por ello, que a nadie cause extrañeza el porque de mis bases e ideas predicamentales, uno de los conceptos más claros en la concepción de un sistema democrático, basado sobre todo en la división de poderes y en la libre elección de los mismos, considerando al estado mero conductor del sistema dejando para el pueblo su única soberanía.
El derecho a decidir su propio destino a empresa y trabajador sin hacer rehenes en beneficio o perjuicio a los unos y los otros.
Todo aquel que no entienda el sistema no creera nunca en la democracia porque siempre tratará de arrimar el ascua a su sardina.
El empleado tiene derecho al trabajo y despedirse cuando lo creyere conveniente sin perjuicio alguno. A su vez el empleador tendrá el derecho de buscar lo mejor para el desarrollo de su empresa previendo de los servicios de aquel que no considerase el más apto para la misma, con libertad de decisión sin perjuicio alguno. Bajo este concepto todos podremos demostrar nuestra valía para la sociedad de la que todos somos partícipes, sin cadenas que nos conviertan en esclavos.
Aquel que no crea en estos conceptos sólo puede creer en el totalitarismo de izquierdas o derechas, pero no en la libertad...¡VIVA EL LIBERALISMO!
Me declaró como tal para todo aquel que lea mis postulados en el contenido de mi biografía, no engaño a nadie, no soy de derechas y menos de izquierda, menos aún en el concepto que se tiene como republicano en este país.
Es por ello, que a nadie cause extrañeza el porque de mis bases e ideas predicamentales, uno de los conceptos más claros en la concepción de un sistema democrático, basado sobre todo en la división de poderes y en la libre elección de los mismos, considerando al estado mero conductor del sistema dejando para el pueblo su única soberanía.
El derecho a decidir su propio destino a empresa y trabajador sin hacer rehenes en beneficio o perjuicio a los unos y los otros.
Todo aquel que no entienda el sistema no creera nunca en la democracia porque siempre tratará de arrimar el ascua a su sardina.
El empleado tiene derecho al trabajo y despedirse cuando lo creyere conveniente sin perjuicio alguno. A su vez el empleador tendrá el derecho de buscar lo mejor para el desarrollo de su empresa previendo de los servicios de aquel que no considerase el más apto para la misma, con libertad de decisión sin perjuicio alguno. Bajo este concepto todos podremos demostrar nuestra valía para la sociedad de la que todos somos partícipes, sin cadenas que nos conviertan en esclavos.
Aquel que no crea en estos conceptos sólo puede creer en el totalitarismo de izquierdas o derechas, pero no en la libertad...¡VIVA EL LIBERALISMO!
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