Carta a mi querida Fedra.
Vives en España, has venido para estar con tú amor, estas acostumbrada a que valoren lo que haces y has venido al país equivocado. Con esto no te ayudó para nada, pero tampoco quiero engañarte, aquí sólo se sobrevive luchando o robando; es la ley de la jungla pero eso debiste imaginarlo.
En mi periplo por México comprobamos algo que no era normal, la gente que veía en mi entorno eran nativos o de marcados rasgos étnicos y pregunté por ello. Respuesta: los blancos de origen caucásico (europeo) es gente poderosa y no se mezclan, es así durante siglos, aquello me impactó, los blancos se escondían en casas blindadas y con alambre de espino en sus muros o en recintos privados de uso exclusivo, vi niños blancos como la leche parecían estar encerrados en jaulas de oro y estudian en colegios elitista para extender la supremacía del hombre blanco. Has venido a Europa a la cuna del racismo, de la hipocresía y del hombre blanco; sí fuimos capaces de asesinar a seis millones de judíos sin pestañear, hacer esclavos a millones de niños sólo por tener una piel diferente; que te puedes esperar querida Fedra.
¡Cuanta belleza en la sonrisa de un niño!
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