En mas de una ocasión, he explicado la vieja argucia del ladrón protector de los pobres, algo así como un Robín Hood o el arquetipo adoptado por los narcos, especialmente en México, incluso en otros países de Latino-America, este ejemplo era muy común en Italia y tiene su origen en Sicilia, Napoles y toda la Calabria, especialmente este axioma es muy dado en zonas desfavorecidas o en momentos puntuales donde la situación económica es desfavorable para la sociedad en todo su conjunto, llegando la corrupción a estamentos gubernamentales, judiciales y policíales, la depresión del 29 (año1929) sumió Estados Unidos en un estado de corrupción generalizado, creando mafias, que como su nombre indica procedían o fueron importadas de Italia, que eran con los irlandeses, las clases mas desfavorecidas de la sociedad estadounidense.
A comienzos del siglo XIX, España con la invasión francesa y la lasitud de nuestros dirigentes, es despojada de casi todas sus colonias en ultramar, la miseria, el hambre y los ladrones de camino es el modus operandi en nuestro país, nace el bandolero, que al estilo de un Robín Hood de la era moderna, roba a los ricos para darselo a los pobres, estar protegido y no ser denunciado por los mismos, para seguir cometiendo sus fechorías.
Esto durante una centuria fue el pan nuestro de cada día, el campesinaje fue la forma de vida en nuestro país, la revolución industrial es solo una anécdota en la vida de los ciudadanos, que no se enteran de nada, porque el analfabetismo y la religión son la lacra de nuestra sociedad.
La depresión del 29 se salda en España con una dictadura, auspiciada por el rey Alfonso XIII, el partido conservador de Primo de Rivera y el socialista Largo Caballero, su primer ministro. Entre todos se reparten el pastel, revolución, república, dictadura, todo ello hasta la llegada de la democracia en la que el sueño de muchos se convierte en ganancia para todos.
Todos los dirigentes roban en pueblos y ciudades, un poder judicial que cierra los ojos al desvarío de alcaldes, diputados y senadores, los pueblos son tomados como cortijos, llenan de prebendas y favores el espíritu de los ciudadanos, hacen de ellos una deuda imposible de saldar, los convierten en ovejas, guiadas y guardadas por un perro que a cambio pide fidelidad, un hombre, un voto, un trabajo para seguir comiendo, una multa, un recibo de la luz, del agua; tu solo tienes que callar, mientras ellos gastan de las arcas públicas, colocan en puestos prominentes a hijos y amigos, cobran de los caciques todo tipo de comisiones y tu mientras, los mantienes en el poder, lames la bota del que te da de comer, aunque sea a costa de tu miserable silencio.
El pueblo de Bigastro en Alicante se ha convertido en el paradigma de esta situación de mecenazgo sobre sus ciudadanos, prestándoles todo tipo de favores mientras ellos llenaban sus bolsillos.
Esta situación es habitual en Extremadura y Andalucia. Los santos inocentes....
Rafael V Ortiz... Siempre vuestro
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